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DIEZ AÑOS DE PINTURA

“JARDIN DES ARTS”

No. 214, Septiembre 1972.

DIEZ AÑOS DE PINTURA

 

POR JOSE JUAREZ

Rrcorte del Atrtículo original

Traducción al español

A la muerte de dos pilares del movimiento, J. Clemente Orozco (1949) y Diego Rivera (1957). Siqueiros y artistas que estaban en la raíz de este movimiento no pudieron detener su caída. Además, Tamayo, que desde el principio se opuso a sus objetivos, a pesar de su gran producción muralista así como las generaciones más jóvenes de inconformes, ayudó a debilitar más el movimiento muralista. A partir de 1960 hemos visto surgir en el primer plano a un joven artista; José Luis Cuevas, de un grupo de intelectuales y artistas que fueron atraídos por Alfonso Reyes y por escritores como Octavio Paz, Carlos Fuentes y Fernando Benítez. Cuevas, enemigo acérrimo del muralismo y sus postulados, se ha impuesto el expresionismo kafkiano con sus grabados. De hecho, en busca de escándalo, que está más preocupado por la publicidad que por su talento de dibujante. El dio un nuevo impulso, pero también ha creado una situación anárquica en las nuevas generaciones de artistas. 

Este período confuso dio como resultado la formación de un grupo numeroso, que lejos o cerca gira en torno a la cultura nacional: Por una parte, muralistas tales como G. Camarena, O'Gorman, Chávez Morado, A. Estrada, F. Zalce y Paul Anguiano, cuyas obras, lejos de estar basadas en la ideología, siguen los caprichos del mercado, mientras que se contentan con órdenes oficiales o de la iniciativa privada y premios nacionales. Por otro lado, los artistas más vanguardistas crearon en 1968 el grupo que llamaron "Salón Independiente", compuesto de cincuenta artistas de nacionalidades diferentes, entre los que pueden mencionarse M. Felguerez, Elena Escobedo, José Medina, Cuevas, Aceves Navarro, L. Coen, G. Cortazar, T. Parra, R. Rocha, Ehrenberg, Kasuya Sakai y Luis Jasso, cuyas obras cubren las diversas tendencias (figurativo, abstracto, el neo-realismo, expresionismo, surrealismo, constructivismo y el arte concreto).

México

Los objetivos de la lucha de “Salón Independiente” están en contra de las políticas oficiales y académicas del Instituto Nacional de Bellas Artes y la Oficina de Artes Visuales, que en México son los órganos a través de los que el movimiento muralista extiende su dominio de las artes visuales y son la fuente de la discriminación entre los artistas y selecciones parciales para las actividades oficiales. Los pintores de este grupo buscan descentralizar las artes mediante la organización de exposiciones en las provincias. Tratan de compensar el fracaso de las instituciones de difusión cultural mediante la organización de eventos, donde se invita al público a participar en la creación. Pero los antagonismos que se desarrollaron dentro del grupo, así como una inconsistencia en cuanto a sus tendencias y sus ideologías, han dado lugar a la disolución del grupo en julio de 1971.

 

Otros artistas se unieron bajo el nombre de "Arte Colectivo en Acción" grupo iniciado a principios de 1971 y formado por J. Gutiérrez, H. Delgadillo, G. Martínez, B Messeguer, M. Capdevila además de Pilar Castañeda y B Gálvez.

“Arte Colectivo en Acción” ha establecido los principios de la ruptura del individualismo, que de acuerdo a sus miembros es responsable de la división de los artistas en México. Así es como funciona el grupo y crea un equipo.

Sus preocupaciones sociales, principalmente tienden hacia la integración de obras pictóricas o escultóricas con la arquitectura moderna para dar una nueva configuración en el paisaje urbano. Esto, a la manera del movimiento de la pintura  “Wall painting” o “Pintura de murales al aire libre" de Nueva York.

Las paredes exteriores del edificio residencial “Morelos”, son un ejemplo de este arte: sus superficies pintadas se elevan hasta cinco plantas, impacta no sólo por su tamaño sino también por el contraste de formas dinámicas con el cielo y las casas vecinas. Estas paredes pintadas crean un tipo de violencia y, al mismo tiempo suavidad por los colores y las formas de realización de la abstracción geométrica o “el arte informal”. Innumerables círculos, rectángulos y cuadrados en colores contrastantes, arriba y abajo para adaptarse a la mirada. 

También hay grupos más pequeños, tales como "La Asociación Mexicana de Gravadores" o "Grupo 70", donde el campo artístico es más limitado. Pero, junto a los artistas, antes de que se deteriore la situación, se agrupan, muchos otros que persiguen una carrera independiente. Estos artistas más discretos quedan fuera de toda controversia, a pesar de que gozan de un prestigio nacional e internacional. Tal como Pedro Coronel, pintor y escultor, que se caracteriza por su grafismo; V. Rojo, uno de los primeros en tratar de romper a través de “la anti-pintura” con los valores ya establecidos; Mathias Goeritz, escultor y arquitecto de la Bauhaus que ha tenido alguna influencia en las nuevas generaciones de arquitectos en el campo del arte abstracto; vemos a Lilia Carrillo, García Ponce, Cordelia Urueta, Nieto, Luis Quintanilla, y Antonio Soriano Peláez.

 

Por el contrario, se desarrolla una corriente neorrealista con García Ocejo. El movimiento surrealista está representado en México por Leonora Carrington, M Toledo y Pedro Friedeberg. En el campo del Arte Cinético resalta Federico Silva.

 

Junto a este mercado nacional de la pintura, hay un sector que se está moviendo hacia los Estados Unidos.

Al final de un largo período de 1922 a 1960, comienza la agonía de la “Escuela Mexicana de Pintura”, formada por sesenta artistas, movimiento heterogéneo que se impuso al rechazar las influencias europeas del siglo XIX, pero cuyos temas y objetivos eran la exaltación de la lucha de clases de la sociedad mexicana post-revolucionaria. La frase pictórica media adoptada por la "La Escuela Mexicana" es el mural, diseñado como un medio de enseñanza para las masas populares y campesinas, por los relatos de la gloriosa historia de la Revolución de 1910. 

México Prehispánico, Diego Rivera.

Italia

Bélgica

Israel

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